20. Ante tales potencias es imposible no reconocer el peso y el poder de manos visibles dictando condiciones en la actividad económica. Su extraordinaria expansión planetaria refuerza al máximo la variedad y el alcance de sus decisiones. Gracias a ellas distribuyen sus operaciones según los criterios más convenientes, desplazando fábricas a países con salarios bajos, trasvasando fondos y contabilidades, eludiendo fiscalidades y legislaciones incómodas, aplastando a rivales locales y consiguiendo cifras de beneficios superiores a muchos presupuestos nacionales. Tales entidades industriales y comerciales, junto con grandes instituciones financieras que manejan cuantiosos fondos, componen una red de poder económico ante la cual hablar del consumidor como rey del mercado y de su libertad económica es caer en lo ilusorio. Incluso las empresas menores se encuentran, directa o indirectamente, bajo el poder de las gigantescas, porque, aun cuando no estén sometidas por subcontratos u otras relaciones semejantes, siempre han de plegarse a la evolución y las condiciones del mercado y de la producción dictadas por las entidades mastodónticas. En suma, los poderosos directivos y sus grandes empresas avanzan en la vida pateando triunfantes por encima de los pueblos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario