sábado, 21 de septiembre de 2019

El futuro es lo peor – Aloma Rodríguez

Series televisivas, novelas y películas parecen confirmar que estamos en una nueva edad dorada de las distopías. Aunque este género ha tenido otros picos en la historia reciente, hoy se impone con éxito.

Fotograma de la nueva secuela de la película Blade Runner, situada en 2049.
Fotograma de la nueva secuela de la película Blade Runner, situada en 2049.  

La primera utopía de la literatura es la de Tomás Moro
: una ficción en la que uno de los marineros de Américo Vespucio cuenta que ha encontrado la república perfecta en la isla de Utopía. Ahí comenzó todo, en 1516. Como ha escrito Jill Lepore en The New Yorker, “la utopía es el paraíso; la distopía, el paraíso perdido”. Así, una sigue a la otra de manera irremediable o, mejor dicho, la utopía, la sociedad ideal, contiene ya su propia distopía. Lepore afirma que estamos en la edad dorada de la distopía. Traza una cronología de la novela distópica, que surge como respuesta a las utópicas. En 1887, la escritora Anna Bowman Dodd publicó La república del futuro, una distopía socialista situada en Nueva York en el año 2050. La gente no tiene mucho que hacer y se pasa el día en el gimnasio, obsesionada con estar en forma. Como sucede en uno de los capítulos de Black Mirror —una de las series que capitanea la vuelta de la distopía tecnológica—, la distopía es el gimnasio.