18. Por añadidura, la hipotética libertad de elegir está más condicionada aún en los casos ya aludidos de competencia monopolística, que llegan a su máximo rigor cuando sólo aparece un único vendedor. En tales casos, la opción del comprador carece de libertad: si desea la mercancía ha de someterse al precio y condiciones que se le impongan. Así ocurre con ciertos servicios públicos (transportes, comunicaciones, energía, etc.), con minerales localizados en uno o pocos lugares, con servicios personales que sólo pueden prestar especialistas y, entre otros casos, con grandes empresas que consiguen acaparar algún producto mediante maniobras mercantiles. En general, la publicidad y técnicas afines son medios de caracterizar de algún modo el producto propio como único y excepcional, lo que se procura sobre todo mediante las marcas registradas.
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