Alegando esa descripción teórica, quienes idealizan el mercado formulan la tajante conclusión de que toda intervención o injerencia de cualquier autoridad o poder en el juego libre del mercado anulará la virtud de la mano invisible y resultará siempre perjudicial. Por eso el liberalismo económico insiste en que ni los gobiernos ni nadie debe entrometerse en esa libertad absoluta de movimientos para las operaciones en el mercado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario